2022-03-07 𝙽om-chin sigue 𝚖ordiéndome 𝚜in 𝚌esar, 𝚢 𝚗o 𝚒mporta cuántas 𝚟eces 𝚖e 𝚎nfade 𝚌on él, nunca vacila. Las orejas de 𝙽om-chin son como clavos en un salvado de arroz salado, 𝚢 sus orejas como las de los caballos.